Era de noche y desde el día anterior me preguntaba cual era la pregunta indiscreta que aquella princesa quería hacerme, no me sentía incomodo y no tenia ningún problema en responder cualquier pregunta que ella me hiciera por dura o personal que fuera porque yo confiaba en ella completamente y ella en mi, así que ese vinculo personal que teníamos entre los dos nos hacia contarnos todo honestamente, absolutamente todo lo que sentíamos y pensábamos en otras palabras desnudábamos nuestras almas .
Ella me tenia pensativo y no sabia cual era esa dichosa pregunta que quería hacerme. Así que paso un día entero. Y no supe de ella hasta la noche siguiente. hasta ese día en que ella tuvo el valor de hacer su pregunta desde su castillo de cristal. las estrellas brillaban sobre el cielo y el viento era cálido en donde yo me encontraba y me encontré con ella entonces empezó a decirme lo que quería preguntarme.
Yo me dedique a escucharla. respondí su pregunta. Mis palabras fueron las siguientes:
Yo creo que es importante que tu amado crea en algo más que en él mismo, porque si él solo cree solamente en su ser,como puedes tu mostrarle algo que él no puede ver, como puedes tu presentarlo ante tu Dios si el no tiene fe si no comprende que es un milagro y que existen cosas más allá de su simple vista y explicación lógica.
Desconocía entonces que ella era la del problema hasta que me dijo no es mi principe el que esta mal soy yo. Ella no amaba completamente al Dios de su amado y se sentía defraudada consigo misma, por no poder amarlo como él lo hacia, ella quería agradarle a él y hacia poco que gracias al amor que él príncipe sentía por ella, ella había tenido la oportunidad de tener una comunión personal con el Dios de su querido compañero, estaba agradecida con él, porque él le había mostrado un Mundo diferente al mundo en el que la princesa vivía.
Ella vivía en el mundo banal y divertido, en un mundo simple e ilusorio aquel planeta llamado tierra en donde las drogas, el alcohol y el tabaco, las fiestas y las apariencias eran un asunto importante, en donde los amigos se regían por estatus sociales y todo era simplemente algo importante o no dependiendo de cada ser. La princesa era muy diferente al príncipe.
El príncipe vivía en un mundo diferente, un mundo espiritual llamado cielo, muchos le decían paraíso, él conocía a su Dios y sabia que nunca lo dejaría en cambio ella se sentía fuera de si, como arraigada a algo que ya no la hacia sentirse completamente cómoda con él.
El intento salvarla pero ella no quería ser salvada, ella solo quería ser ella misma y le daba pena que su amado supiera la verdad al respecto del porque ella se estaba distanciando de él, a la princesa él príncipe le parecía controlador porque le quería proponer a su amado Dios como un todo, ella se sentía triste porque él no la entendía, ella extrañaba todo aquello que la hacia sentir bien aunque fueran solo momentos hechos de papel prendidos por fuego extrañaba su tierra.
Entonces yo después de tomar un respiro profundo pronuncie estas palabras: Dije tu conoces al Dios de tu amado no es así y te agrada pero no del todo eso no es algo malo, así que ora para saber que decirle al respecto. dile todo lo que sientes a él así como me lo dices a mi y pase lo que pase se tu misma aveces no somos lo suficientemente buenos.
valla es que es pequeño el destino y aun más pequeño el mundo a mi me había pasado casi lo mismo con aquel ser que ame demasiado yo en ese entonces quería enseñarle un mundo diferente pero termine siendo incomprendido y no importaba lo que hiciera para hacerla feliz yo para ella en su mundo no era lo suficientemente bueno.




